TODO el mundo sabe que un porcentaje importante de nuestro parque inmobiliario residencial necesita urgentes obras de rehabilitación e incorporación de nuevas instalaciones, que hoy son imprescindibles para poder considerar dignas las viviendas y para que sus ocupantes dispongan de un nivel de bienestar adecuado. Estamos en el momento oportuno para que una parte del presupuesto de inversiones de la Administración se dedique al mantenimiento y a la adaptación de las dotaciones de los edificios residenciales, sobre todo las relacionadas con la accesibilidad.
Con las nuevas normas, todas las edificaciones que se proyecten con una altura igual o superior a 3 plantas están obligadas a disponer de un equipo ascensor. Sin embargo, en la Comunidad andaluza, más de la mitad de los edificios residenciales de esa altura carecen de su instalación. Esto supone que unas 580.000 viviendas -y, por tanto, más de 1,7 millones de residentes- tienen dificultades para el acceso a sus viviendas. En esta cifra se encuentran los ciudadanos de edad avanzada y de movilidad reducida.
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